El Banco Mundial es una organización internacional integrada y regida por 188 gobiernos nacionales. El Banco otorga préstamos a los países en desarrollo para financiar proyectos de desarrollo, desde la construcción de carreteras a la reforma de la política agraria. El Banco Mundial está actualmente revisando sus políticas de salvaguardia, incluyendo las destinadas a proteger a los pueblos indígenas locales y su medio ambiente. Si bien estas políticas proporcionan protecciones cruciales, caen por debajo de las normas internacionales de derechos humanos, tales como los de la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Además, las políticas en muchos casos no son implementadas efectivamente. Como resultado de ello, los pueblos indígenas siguen siendo perjudicados por los proyectos financiados por el Banco Mundial. La revisión de las políticas de salvaguardia del Banco Mundial ofrece una oportunidad única para mejorar las prácticas del Banco y para ayudar a asegurar que el desarrollo funcione para los pueblos indígenas, no contra nosotros.